lunes, 20 de febrero de 2012

La Copa de Laso


Pareciera buscado el escenario. Por aquello del morbo, que siempre vende. Porque tuvo que ser en el Palau Sant Jordi donde el Real Madrid recuperase la Copa del Rey de baloncesto. En el feudo barcelonista. 19 años después del anterior triunfo, justo la edad que tiene Jorge Sanz, joya de la cantera blanca, que ayer disputó el último minuto. Muchas decepciones entre medias, alguna especialmente dolorosa por ser en la propia casa. Pero ayer el Madrid dejó al todopoderoso Barcelona de Juan Carlos Navarro sin su soñado triplete de copas. Entre Llull y Carroll a golpe de triple, precisamente. Y con Pablo Laso desde el banquillo.

Derrotistas y críticos dieron por perdida la temporada del Madrid al anunciarse en junio el fichaje de Pablo Laso como entrenador. Vieron un paso atrás en la apuesta por un entrenador modesto. Otros -me sumo- vimos una opción interesante, tras el fracaso del "galáctico" Ettore Messina. El italiano, pese a su envidiable palmarés, no cuajó en Madrid. Quien no dudó fue Alberto Herreros co-responsable del área baloncestística merengue. Quiso a Laso, un hombre con pasado en el club como jugador en los años 90. Un buen conocedor de la ACB (en la cancha y en los banquillos), algo que no todos los entrenadores han demostrado. Prontó conectó Pablo con la afición por su idea de baloncesto vivo, dinámico y al ataque. Lo que juega su Madrid bajo la dirección de Sergio Llull y un recuperado Sergio Rodríguez. Dinamismo que se contagia al resto del equipo. Sin olvidar la ayuda -que no dependencia- venida de los NBA Rudy Fernández y, en menor medida, Serge Ibaka.

El ilusionante inicio madridista sirvió al técnico vitoriano de apoyo. La temporada marchaba por el buen camino. Pero una mala racha con el Gescrap Bizkaia como protagonista desestabilizó la situación: perdido el liderato de la ACB y complicado el pase a los cuartos en la Euroliga. Por ello muchos dudaron del Real Madrid en la previa de la Copa del Rey. Además, volver a jugar la noche del viernes ponía en contra el factor físico. Tres posibles partidos en tres días no es asunto de fácil digestión. Menos si se trata de una competición tan intensa -y bella- como la Copa. 

Inteligentemente, Laso supo distribuir los minutos a sus jugadores. E indirectamente hizo repartir la capitanía en la cancha. El viernes Felipe Reyes desbarató las ilusiones del Fuenlabrada. El sábado Nikola Mirotic avasalló a triples desde "su esquina" al Banca Cívica sevillano. Y ayer, entre Llull y Carroll (otra vez sumando más puntos que minutos) llevaron en volandas al equipo. Una muestra del peso del bloque. Sin dependencia de estrellas. 

Así consiguió el Real Madrid vencer al gran Barcelona, hasta ahora dominador nacional. Clarificante el mensaje de un competidor como el MVP Llull al diario AS: 'Estaba cansados de no ganar'. La Copa la levantó el capitán, Felipe Reyes. Nuevo premio a una trayectoria de garra y entrega en grado sumo. Y primera alegría para el madridismo en varios -muchos- años. Máxime, reconocen los seguidores, por lograr ganar al Barcelona en Barcelona. Incluidos quienes dudaron del "desconocido" Laso antes de arrancar. Su "perfil bajo" ha logrado en meses lo que no consiguió Messina en año y medio. 

Fotografía: www.elpais.com

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Espero que esta victoria le haga darse cuenta al "galáctico" Florentino, que para ganar Copas en deporte, no hay que fichar a un "Risto Mejide" del marketing y de la publicidad. Es decir, en la publicidad , ni puta idea, pero en el deporte, un tío humilde, ganador y que a lo mejor no haya estudiado una carrera te puede hacer ganar que uno con carrera (a saber, luxemburgo, el 2º de sir Alex Ferguson, de cuyo nombre no recuerdo ) etc...
A mí me dió buen feeling cuando lo ficharon, y más cuando el Madrid juega al basket... Messina ganó muchas cosas, pero chico se le tuvo que olvidar en Madrid, con sus manías y fobias (no dejó jugar apenas a un tal Vidal) que ahora es MVP en muchas jornadas. Un saludo, boni

Unknown dijo...

Evidentemente todos reconocemos la calidad de Ettore Messina, pero por distintas razones, no cuajó en Madrid. La respuesta a este fracaso galáctico debía ser un contrapunto: Pablo Laso, conocedor de la casa y la liga.
En baloncesto, como en otros deportes, hay que cuidar el bloque. Y en esa mentalidad encaja Laso a la perfección. Como acertadamente dices, a la afición le da buen 'feeling'. El Real Madrid ahora sí es un equipo.
Gracias por tu comentario, Boni.

Publicar un comentario


Translate to your language
| | | | | | | | |

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | Hosted Desktops